domingo, 9 de marzo de 2008

Marquitas en el corazón


Todavía me sorprende cómo influyó en mi vida mi erasmus. Marcó un antes y un después así como el A.C. y D.C. Han pasado dos años ya, en realidad muy poco, y cada día me acuerdo de alguna cosa. Repaso fotos y me rio a la vez que se me empañan los ojos. Recuerdo las fiestas, las tonterias, las clases, los programas de la mtv, las cerves, los dias enteros en la church, las limpiezas generales, los cambios de gente, el patinaje sobre hielo, el patroonat, Annabel, cada uno de los amigos que hicimos, las historietas, los amores y desamores, las resacas, las visitas, los viajes, nuestra burbuja en la que nadie más cabia, en definitiva, la familia.

A veces me encantaría volver a ese kit kat irreal de año que tuve con todos vosotros. Y a veces me encantaría reunirnos todos otra vez para tener una fiesta más al estilo Church. La vida sin embargo sigue y nos esperan tantas cosas por vivir que quedarse en el pasado sería no mirar hacia delante, pero yo soy de las que creen que los recuerdos son lo más bonito que uno tiene. Nadie te los puede quitar y no son materiales.

Mientras nosotros viviamos experiencias nuevas en esa iglesia de ensueño, el mundo exterior seguía funcionando y eso también me cuesta creer. Ahora mismo cada uno de nosotros también sigue definiendo sus caminos. Yo haría todo lo que estuviera en mi mano por juntarnos a todos en una fiesta en la church con cerveza, unos pitis y buena musica.

Gracias a todos por aquel maravilloso año. Nunca me olvidaré.
Thanks to all for the that great year in Haarlem. I will never forget it.