sábado, 31 de octubre de 2009

el hombre siempre EsPerA


La vida del hombre es Espera. Siempre esperamos a que algo pase en ella, o a que nos contesten a un detalle importante, o a que nos llamen, o a la hora de dormir; a que algo nos cambie la vida en general... Sentarse y pensar qué es lo que uno mismo quiere, es dificil.

Nosotros actuamos por lo que nos dicta el corazón, el corazón lo ha creado la naturaleza, es perfecto y complejo.

Sin embargo es indispensable que actuemos de corazón pero siendo conscientes de lo que hacemos. No dejarnos llevar. Hay que ser dueños de nuestras vidas.

Ahora mismo la agonía se come poco a poco a la espera. Esa espera está destinada a un final que ya preveo, y por el contrario, aunque lo asumo poco a poco, siempre queda la esperanza. La esperanza, lo último que se pierde y por mucho que queramos negarlo, también algo que forma parte de nosotros.

Lo siento, hay cosas que no se pueden cambiar, son inherentes a nuestra condición. Los malos tiempos forman parte de la vida y nadie se puede librar. Como una vez me dijo un profe: La vida es una gran tarta de mierda, y a todos nos toca comer un trocito.


- ¿Ves el final? ¿Puedes ver el final?
- ...
-Pues tendrás qeu hacer un esfuerzo porque sino te quedarás aqui para siempre. ¿Es eso lo que quieres?
- ...
- Entonces no tengas miedo, levanta, anda hacía allí, sal de aqui, tápate al salir, los ojos del sol, pues llevas demasiado tiempo aqui dentro y se podrían lastimar. Luego habitúate poco a poco y verás que hay muchisimas más cosas. Algunas están ahí sólo para tí. Atrévete y conocelas. Sigue adelante. Sigue, no pares ni mires atrás o la Nada volverá a atraparte.
- ...

lunes, 26 de octubre de 2009

desintegración


He aprendido muchas cosas últimamente en mi vida. La más importante es que en el ser humano lo que manda no es la razón, por mucho que nos mintamos. El corazón lleva el mando y las manos y las piernas hacen el resto. Y es que ignorar nuestros sentidos más vitales es imposible. Uno hace lo que necesita hacer en cada momento, en cada situación. Casi me atrevo a afirmar que nos movemos por impulsos.



Yo jugaba al parchis y habia lanzado el dado 28 veces sin éxito de conseguir el 5 para la salida. Por fin tu, que estabas en la misma situación, sonseguiste ese implorado 5, aunque haciendo trampas cuando yo no miraba. Y en lugar de fingir yo te lancé el lazo y te hice retroceder.


Voy caminando y de repente hay un agujero negro delante de mi. Cada vez se hace más grande y empieza a absorver lo que llevo encima, mi mochila, mi gorro de invierno, mis guantes, las llaves que llevaba colgando, arranca mis medias... Podria esquivarlo pasando por un lado e ignorar lo que pasará depués, sin embargo me quedo como una tonta mirando. Se traga mi mirada y yo sigo ahí, dejando que casi me haga resvalar la pierna derecha que es en la que más confio para mi estabilidad... dentro de poco la otra pierna también caerá y no podré hacer nada. A no ser que consiga desviar la mirada y hacerme con un nuevo gorro de invierno, una nueva mochila, unas medias incluso más bonitas...

¿A qué esperas?

A ti.