martes, 17 de junio de 2008

Orgullo de Hermana


Hace una semana mi hermano Luis participó en el concierto del 40 aniverasrio de la Universidad Autonoma de Madrid. La orquesta estaba formada por estudiantes de la misma, eran muchisimos y tocaban hasta el arpa! Pero la clase de música de Luis hicieron la parte más importante de los Juguetes de Mozart. Su profe y director les dirigía a parte y lo hicieron genial. Yo no paré de llorar y sacarles fotos. También escuché por supuesto.

Lo emocionante que fue aquello no lo puedo explicar, más de 300 personas por no arriesgarme a decir 400, en el auditorio de Principe de Vergara, levantandose y aplaudiendo a la clase de mi hermano por su trabajo y como dijo el Director de la orquesta, "por devolvernos la ilusión".

Fue precioso, emocionante... ¡ese es mi hermano! y vino toda la familia! Hasta de Donosti mis tias.

Por cierto que Luis tocaba el ruiseñor, el instrumento de agua que pia y que toca con mucho pulmón, su profe lo dice. Es totalmente preciso. Fue muy emocionante también para él que habían ensayado mucho. ¡¡Y que elegante iba!!

domingo, 8 de junio de 2008

poBre pajariTo

Ayer me pasó algo horrible...

Iba a comprar globos por la mañana y en un paso peatonal al lado de mi casa vi a un pajarito que no podia volar aún. Parecía haberse caido del nido así que pensé en recogerle, llevarle a casa y alimentarle, todo esto se me ocurrió en 20 segundos, mi única intención era salvarle la vida.

Intenté cogerle despacito pero tenía tanto miedo que medio volaba hacia ninguna parte. Unos pajaros empezaron a piar y a volar cerca de mí entre unos pinos, me dí cuenta de que seguramente el nido estaba por ahí metido así que ya podía dejarle en casa en lugar de adoptarlo. Genial, verdad?

No conseguía cogerle cuando pasó un señor que paseaba a su perro con correa:

- ¿Se ha caido del nido?

- Si, dije yo, pero no me deja cogerle...

- Espera que te ayudo.

Entonces el señor se acerca para, se agacha, pone la mano y su perro se avalanza encima del pajarito mordiendole entero.

- ¡Qué hace! Dije yo.

El señor retiró al pero de un tirón con la correa.

- Ahora cógelo, rápido.

Claro que lo pude coger... estaba tan muerto de miedo y de dolor seguramente... El señor se fue y yo no sabía que hacer, como loca busqué el nido mientras miraba a mi mano y le animaba a no dejar de respirar... pero el pajarito cada vez se muvia menos y cerraba los ojos negros aún formandose. Miraba al pajarito y me sentía idiota, incapaz de ayudarle después de haber intentado salvarle la vida. Cuando el pajarito ya no se movia, en mi mano, asustada lo tiré debajo de donde se supone estaba su nido y los suyos piando... He salido corriendo hacia casa, sin globos y llorando con un disgusto enorme. Ya no podía salvarle.

Ahora no me atrevo a pasar por el mismo sitio. Será una tontería, suena a algo pasajero, como ir a comprar yogur y que se haya acabado tu marca favorita... pero para mi ha sido... malo.