lunes, 26 de octubre de 2009

desintegración


He aprendido muchas cosas últimamente en mi vida. La más importante es que en el ser humano lo que manda no es la razón, por mucho que nos mintamos. El corazón lleva el mando y las manos y las piernas hacen el resto. Y es que ignorar nuestros sentidos más vitales es imposible. Uno hace lo que necesita hacer en cada momento, en cada situación. Casi me atrevo a afirmar que nos movemos por impulsos.



Yo jugaba al parchis y habia lanzado el dado 28 veces sin éxito de conseguir el 5 para la salida. Por fin tu, que estabas en la misma situación, sonseguiste ese implorado 5, aunque haciendo trampas cuando yo no miraba. Y en lugar de fingir yo te lancé el lazo y te hice retroceder.


Voy caminando y de repente hay un agujero negro delante de mi. Cada vez se hace más grande y empieza a absorver lo que llevo encima, mi mochila, mi gorro de invierno, mis guantes, las llaves que llevaba colgando, arranca mis medias... Podria esquivarlo pasando por un lado e ignorar lo que pasará depués, sin embargo me quedo como una tonta mirando. Se traga mi mirada y yo sigo ahí, dejando que casi me haga resvalar la pierna derecha que es en la que más confio para mi estabilidad... dentro de poco la otra pierna también caerá y no podré hacer nada. A no ser que consiga desviar la mirada y hacerme con un nuevo gorro de invierno, una nueva mochila, unas medias incluso más bonitas...

¿A qué esperas?

A ti.

No hay comentarios: